febrero 15, 2012

Relato Digital

Era una fría noche de invierno allá por las nueve. El cielo ya estaba oscuro y yo caminaba solo sin un rumbo, sin saber a dónde ir, pero nada me importaba, estaba bien. Sólo prestaba atención a la música que mis cascos desprendían. Mis ojos estaban fijados en mi celular, iba yo feliz con la mirada baja cuando de pronto, un muro delante mío me hizo cambiar de posición, choqué con el y caí al suelo. La comparación que se puede sacar es que la telefonía móvil a veces te pone fronteras, limita tus capacidades y te hace vivir en un mundo irreal. La cosa es que aquello fue contra un cartel enorme enmedio de la plaza del pueblo. Por lo consiguiente, había mucha gente. Parte de la multitud me ignoró, parte de ella no dejó de reír hasta que les amenazé y la minoría me ayudaron y me invitaron a tomar algo. :)

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